Luego de que sus padres decidieran cambiar de residencia al viajar de la ciudad hacia un lugar colmado de vegetación que parecía mágico, la joven Taína quedó sin amigos. Pero el destino le tenía preparado uno que jamás olvidaría. Fue la bruja Lébola, la responsable del milagro, luego de que hiciera aparecer un huevo de avestruz en una de las ramas de un árbol de encina de donde arrancó una bellota para libar su miel. Tras un hechizo, el árbol lo empollaría y nacería con las características de los dos reinos: el animal y el vegetal. Una interesante y osada aventura comienza a medida que crece… Y los bandidos estarán al acecho.
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