El verano de Cervantes surge de toda una vida leyendo Don Quijote de la Mancha. Durante el proceso de escritura de este libro, Antonio Muñoz Molina va entreverando recuerdos de su infancia y de sus primeras lecturas con la revelación del lugar que Don Quijote ha ocupado en su vocación literaria, mostrando además su influencia en otros autores, como Melville, Balzac, Joyce, Thomas Mann o Mark Twain, que han consolidado la novela como la forma narrativa suprema siguiendo la estela de Cervantes.
Una lectura apasionante y apasionada de Don Quijote que mezcla de forma extraordinaria investigación literaria y memoria personal, y que contextualiza la genialidad de la obra maestra de Cervantes, lectura inagotable para entender el arte de la novela.
En palabras del propio Muñoz Molina, «un tema central en la novela es el modo en que las ficciones afectan a la mente humana, la nutren, la entretienen y pueden trastornarla cuando no sabe distinguirlas de la realidad. Esta inquietud me parece más pertinente aún en estos tiempos en que tecnologías mucho más poderosas que la imprenta tienen el poder de hipnotizar nuestras mentes hasta un grado de delirio. Después de toda una vida leyendo Don Quijote, me gustaría que este libro pueda acompañar a otros en sus propias lecturas».
Antonio Muñoz Molina (1956) es un escritor español que ha recibido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (2013) y ocupa el sillón u minúscula en la Real Academia Española desde 1996.
Su primera novela, “Beatus Ille” data de 1986, y desde entonces ha publicado diversas obras, como “El invierno en Lisboa” (1987), que fue Premio Nacional de Narrativa, “El jinete polaco” (1991), también Premio Nacional de Narrativa, o “Como la sombra que se va” (2014), que fue Premio Andalucía de la Crítica.
También ha publicado diversos ensayos, relatos, diarios y artículos.