Cuando pensamos en palabras como imprimir, impresión o imprenta, lo primero que se me viene a la cabeza son libros o, en su defecto, hojas calentitas recién salidas de una impresora. Quizá sea porque soy amante de los libros, aunque sospecho que no soy la única. ¿A ti también te pasa? Seguro que sí. Por ello, resulta sorprendente la versatilidad que existe en el mundo de la impresión: ¿te has parado a pensar en que también se imprimen los rótulos de vehículos, las lonas de gran formato o los photocalls que se ven en todo tipo de eventos?
Y es que sí, existe un gran mundo más allá de la impresión de libros a la que estamos acostumbrados. De hecho, las imprentas de libros y las imprentas especializadas en productos de marketing o merchandising usan máquinas muy diferentes entre sí, incluyendo además tecnologías diferentes como la serigrafía, o acabados con barnices y tintas especiales que normalmente no se emplean en la edición de libros.
Antes he mencionado algunos de los trabajos de impresión que una imprenta especializada en marketing puede realizar, pero no son los únicos. De hecho, te prometo que después de haber leído este artículo verás el mundo con otros ojos, y es que estamos rodeados de artículos impresos. Seguro que en más de una feria, plaza o centro comercial te has cruzado con un expositor de publicidad. También te habrán entregado más de una —y más de diez— tarjetas de visita, ¿¡y quién no tiene en su cartera una tarjeta bancaria!? Ese tipo de productos también es necesario imprimirlos para personalizarlos. Los metacrilatos que encuentras en la puerta de muchos edificios y negocios con el nombre de la empresa también tienen una imprenta detrás, así como las banderolas personalizadas que logran un gran impacto visual en los potenciales clientes. ¿Y qué me dices de los vinilos de grandes dimensiones que encuentras en los escaparates —anunciando las rebajas, por ejemplo—, o incluso forrando una pared entera del negocio? Y los electrodomésticos también llevan pegatinas, ¿quién imprime esos stickers que vienen de casa con información del producto?
Así que ya ves, las imprentas no siempre tienen que trabajar sobre papel. De hecho, la técnica de impresión conocida como serigrafía permite reproducir imágenes y documentos sobre cualquier material. ¿Cualquiera? Pues casi, porque la lista es larga: metacrilatos, acero inoxidable, cartón, aluminio anodizado, policarbonato, alfombrillas de ordenador, hierro, chapas, plásticos…
De hecho, en el mundo editorial se han popularizado elementos que se imprimen en una imprenta, pero no están fabricados en papel. ¿Has ido alguna vez a la presentación de un libro o visitado una feria de libros? Entonces seguro que has visto más de un roll up con publicidad de la novela o el autor. Este elemento visual permite a los escritores destacar y lograr un acompañamiento visual muy interesante durante sus firmas. También se fabrican elementos de merchandising para promocionar libros como bolsas de tela personalizadas, imanes, tazas, bolígrafos… ¿Te imaginas todos esos artículos saliendo por la impresora de tu casa?
Mira a tu alrededor. ¿Cuántas cosas impresas hay? Más de las que te habías parado a pensar, ¿verdad? Mi portátil tiene pegatinas de Intel, Windows y nvidia; la botella de agua de la que suelo beber es de aluminio, pero está decorada con un bonito estampado; también tengo una taza con una frase impresa sacada de un libro…
No sé tú, pero yo ya no percibo la palabra «imprimir» del mismo modo.